La sociedad ha cambiado drásticamente a lo largo del último siglo y una institución que ha sufrido este cambio de época ha sido la familia. La familia es el primer lugar donde el individuo descubre y desarrolla su personalidad y se educa en las virtudes humanas sociales. Con los cambios en las normas sociales, la eficiencia del funcionamiento de la familia como un todo se ha visto empañada por la reducción de las enseñanzas de la virtudeds humanas dentro del hogar. Pero antes de entender el significado de las virtudes humanas, uno tiene que entender el valor de la familia y su propósito.
La enseñanza cristiana expresa la responsabilidad de los padres de educar a sus hijos, pues ellos son los primeros y principales educadores de un niño desde que nace hasta que se va del hogar. El hogar es la primera escuela para un niño y los padres tienen la obligación de crear un ambiente dentro del hogar que fomente el amor, el amor hacia Dios y el amor hacia el prójimo. La primera introducción de un niño en una relación social es con los miembros de su propia familia, sus primeros vecinos. Es aquí donde un niño comenzará a interactuar con otros seres humanos y tendrá un desarrollo continuo de habilidades sociales desde la infancia hasta la edad adulta. Ese desarrollo dentro de la intimidad del hogar y la familia será la base para el comportamiento social de un individuo con personas ajenas a su familia inmediata a lo largo de su vida. Por eso, el propósito de una familia es establecer una relación con cada uno de los miembros de ese hogar donde cada individuo pueda educarse y crecer en las virtudes humanas, aprendiendo así a ser un prójimo amoroso y bueno.
Para que un individuo desarrolle esas habilidades de comportamiento, una familia tiene que funcionar de manera eficiente, lo que podría basarse en tres aspectos; la practica, satisfacción personal y desarrollo personal. El rendimiento se centra en cómo se obtienen resultados en función de la cantidad de esfuerzo y tiempo que lleva ver una cierta cantidad de resultados. La satisfacción personal implica que se encuentra una gratificación en una acción realizada que influiría en el deseo de realizar la misma acción nuevamente en el futuro. El desarrollo personal debe existir cuando un individuo que realiza una acción, al mismo tiempo, se desarrolla internamente. Sin embargo, estos tres aspectos por sí solos no pueden ser los únicos medios para la eficiencia dentro del hogar. Esto podría llevar a que cada miembro realice una acción simplemente para su propia gratificación en lugar de realizar acciones para otros miembros de la familia desinteresadamente. La familia tine más significado y valor que simplemente realizar acciones para tener un hogar administrado de manera eficiente; el deseo de eficiencia debe ser alimentado por el deseo de crecer como familia, solo así un hogar será eficiente. Para hacerlo, una familia debe recordar compartir.
No hay clasificación para un miembro de una familia; como la clasificación profesional basada en un trabajo o conjunto de habilidades de un individuo. Cada miembro no debe ser visto como un individuo que realiza una función específica, sino como alguien a quien llegamos a conocer y aceptar por lo que es en función de sus rasgos personales. En un hogar, cada miembro debe poder compartir no solo objetos comunes como la comida y el espacio, sino que también debe poder compartirse a sí mismo de manera sincera y completa. El primer lugar donde nos sentimos como nosotros mismos es nuestro hogar, donde debemos ser aceptados por lo que somos, cómo actuamos y cómo pensamos. Al hacerlo, una familia se convierte en un grupo de diferentes relaciones donde hay una aceptación incondicional del otro individuo donde también comparten su yo personal mientras se relacionan con los demás. Así es como una familia comparte verdaderamente, a través de la intimidad.
El estado natural de la familia depende del amor incondicional y la aceptación de los miembros individuales de un hogar. Cada hogar debe esforzarse en educar a sus miembros para tener un comportamiento social amoroso y virtuoso y esto lo llevará cada miembro a lo largo de su vida. Al hacerlo, no solo la familia y la atmósfera de ese hogar serán unificadores, sino que serán fuertes y fructíferos.
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